Hace unos meses yo tenia un gran trabajo, o mejor dicho un trabajo bueno, por lo menos me daba un buen sueldo, tenia muchos amigos y yo sabia como hacerlo. No era el trabajo de mis sueños pero si podría decirse que funcionaba; en fin lleguemos a lo que realmente importa.
Era un día común en la oficina, ya había tomado mi café del día y revise los pendientes que tenia por resolver pero quien iba a decir que el día cambiaría tan dramáticamente y en un par de horas yo me quedaría sin trabajo.
Yo pedí permiso para ir a la graduación de la universidad de mi mejor amiga, y realmente lo obtuve el hecho es que típico que en el lugar menos esperado te encuentras con la persona que mas mal te cae en el mundo y no solo eso si no que también es tu compañera de trabajo. Mi error fue comentarle a alguien que la había visto y a partir de ese momento todo comenzó a ir de mal en peor.
Entonces me hicieron regresar a la oficina y yo estaba tan enojada, muchísimo me habían arruinado un momento muy especial con mi amiga y aparte trataban de controlar quien me caía bien y quien me caía mal.
No soy una persona que tolere las injusticias y mucho menos que traten de controlar mi vida personal, así que decidí renunciar. Yo quería mucho mi trabajo , no lo amaba pero estaba estable en el y el dejarlo fue algo que me dolió mucho; pero si algo he aprendido a lo largo de mi corta vida es que me amo mas a mi.
Y así fue como sin pensarlo demasiado, cuando menos lo pensé me quede sin empleo y es así como gracias a eso ustedes están leyendo este escrito. Bueno si es que alguien lo esta leyendo , si no pues no importa, me gusta mucho escribir.
En resumen a todos nos puede pasar quedarnos sin trabajo y si algo aprendí de todo esto fue que por algo suceden las cosas, no hay razón por la cual sentirse derrotado; realmente la vida no tenia destinado eso para mi, yo creo que un día podría estar haciendo lo que mas me gusta así como en este preciso momento.
Gracias a ustedes
Srta. Piña